La innovación alimentaria implica desarrollar nuevos productos y tecnologías para mejorar la oferta y la producción de alimentos, contribuyendo así a una propuesta más diversa y sostenible. Aunque Chile muestra un crecimiento en innovación alimentaria, aún hay desafíos en la aceleración de lanzamiento de productos al mercado. CeTA aborda estas brechas proporcionando capacidades técnicas e infraestructura integral para el desarrollo y comercialización de alimentos innovadores.
Daniela Fuentes, Gerente de Negocios de CeTA, señala la importancia que tiene la innovación para mejorar la producción de alimentos y, por ende, la vida de las personas, y cómo Chile ha ido avanzando en ello, pero aún tiene camino por andar:
“La innovación alimentaria es el proceso de desarrollar nuevos productos, procesos y tecnologías en toda la cadena de valor de los alimentos. Es esencial, ya que nos permite no sólo diversificar la oferta de productos disponibles, sino también mejorar los métodos de producción de los alimentos, desarrollar alimentos más nutritivos y saludables e innovar para generar más alimentos disponibles y sostenibles de acuerdo a las nuevas tendencias globales. Chile está creciendo mucho en innovación alimentaria. Cada día llegan más innovadores y empresas con ideas y nuevos proyectos para desarrollar productos con mayor valor agregado. Hay un cambio en la cultura empresarial y en las startups que crecientemente están adoptando nuevas tendencias mundiales, desarrollando alimentos que son sostenibles y amigables con el medioambiente, alimentos saludables, concientes y para consumidores más exigentes. Sin embargo, nos queda mucho por avanzar en acelerar la llegada de esos productos al mercado y en CeTA abordamos y resolvemos las brechas que ralentizan los cambios en la producción de alimentos innovadores y con mayor valor agregado. Disponemos de las capacidades técnicas e infraestructura para desarrollar todo esto en un mismo lugar, pudiendo desarrollar desde la idea hasta el producto para comercialización, incluyendo estudios de información nutricional, vida útil, e incluso, sensoriales”
Entre los productos innovadores que se han desarrollado en el último tiempo en CeTA Fuentes destaca el texturizado plant based de champiñón y arvejas desarrollado por Frutos de Lonquén, denominado FungiTexture y los chips crocantes a base de tempeh de garbanzo de OM Fermentos. Dos productos que se hacen cargo a cabalidad de tendencias del mercado como la sostenibilidad, los alimentos saludables, naturales, en base a proteínas alternativas y plant based, demostrando una alta capacidad del ecosistema alimentario para pensar y hacer realidad productos innovadores cuando encuentra el apoyo profesional y tecnológico adecuado.
“Un producto que nos gusta mucho destacar es el texturizado plant based de champiñón y arvejas, desarrollado por la empresa Frutos de Lonquén, que revalorizó hongos parís y shitake creando un producto de uso muy versátil, pudiendo ser un ingrediente para aderezar una ensalada, o una base para hamburguesas, lasañas y empanadas. Otra tendencias del mercado es el desarrollo de snack saludables y ahí tenemos un producto muy interesante: los chips crocantes proteicos en base a tempeh de garbanzo de OM Fermentos, proyecto que utilizó la tecnología de deshidratación microondas al vacío que tenemos disponible en nuestro Centro de innovación Sur, recientemente instalado en Coronel”, señala Fuentes.
Pero hay brechas y desafíos pendientes, tanto para enfrentar las nuevas demandas como para reducir el impacto ambiental de la industria alimentaria a nivel local y global. CeTA trabaja con diversos clientes para abordar estos desafíos. Fuentes destaca cómo nuestra industria local está cada vez más atenta y dispuesta a abordar estos desafíos:
“Tenemos varios desafíos como industria. Los consumidores están cada vez más interesados en alimentos que sean saludables, convenientes, sostenibles y éticos. La industria debe innovar para satisfacer estas demandas cambiantes y mantenerse al día con las tendencias del mercado. Por otro lado, a industria alimentaria enfrenta desafíos a nivel mundial para reducir su impacto ambiental, incluida la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el uso eficiente del agua y la energía, la minimización del desperdicio de alimentos y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles. Estos son desafíos constantes que trabajamos en CeTA con todo tipo de clientes, desde emprendedores, startups de base científica-tecnológica y también empresas grandes con presencia global. Tenemos la experiencia e infraestructura para enfrentar los desafíos que tiene la industria alimentaria por delante”, advierte la Gerente de Negocios de CeTA.