Tecnología de vanguardia en conservación de alimentos ahora está disponible para emprendedores

  • Un equipamiento de uso exclusivo en algunas grandes empresas, ahora estará disponible para entregar servicios a pymes y emprendedores, gracias al convenio entre CeTA y Alta HPP Services.
  • Se trata de una tecnología de vanguardia en el mundo, que permite realizar la llamada “pasteurización fría”, que mantiene la frescura de los alimentos, con toda su calidad nutricional y organoléptica.

Sumergir un producto a una profundidad inexistente en la tierra: 60 km (la mayor profundidad conocida es de 11 km, en la Fosa de las Marianas). A eso equivale la presión (6 mil bar) que el equipo de altas presiones hidrostáticas HPP (del inglés High Pressure Processing) aplica sobre los alimentos en su envase final, destruyendo patógenos sin alterar sus propiedades nutricionales y sensoriales.

Se trata de una tecnología de vanguardia, que en el mundo comenzó a utilizarse a una mayor escala comercial a partir del año 2000 y que hoy en Chile está disponible para todos, a través de Alta HPP Services, empresa de servicios o “maquila de HPP”, que acaba de incorporarse a la Red Nacional de Plantas Pilotos, a través del convenio con el Centro Tecnológico para la Innovación en Alimentos (CeTA).

“El método tradicional para la conservación de alimentos tiene 150 años y utiliza calor para eliminar los microorganismos nocivos para la salud humana. La pasteurización, como la conocemos, implica -entre otros cambios- perder nutrientes y alterar significativamente las propiedades sensoriales de los alimentos. Respondiendo a la demanda por productos más naturales y saludables, la utilización de la tecnología de altas presiones hidrostáticas ha tenido un gran crecimiento en países desarrollados, estando disponible en Chile desde el año 2005, pero hasta ahora sólo para investigación y con grandes compañías de alimentos”, explicó Arturo Costabal, director ejecutivo de Alta HPP Services.

Por su alto costo, era una tecnología inalcanzable para pymes y emprendedores. De acuerdo a Arturo Costabal, “este convenio les va a permitir acceder a los servicios de nuestra empresa, dando un valor agregado a sus productos a través de las altas presiones hidrostáticas”.

Jean Paul Veas, director ejecutivo de CeTA, destacó la relevancia de este acuerdo, “que nos permite contar con servicios de HPP dentro de la oferta de la Red Nacional de Plantas Pilotos, una tecnología a la que solo podían acceder tres compañías de alimentos en Chile y que ahora va a ser una real alternativa para generar alimentos más saludables y naturales, disminuyendo el uso de preservantes”.

Debido al requerimiento de cierto nivel de humedad en los alimentos expuestos a estas altas presiones para tener un tratamiento eficaz, se trata de una tecnología cuyo uso se ha expandido en empresas que se dedican a la fabricación de productos cárnicos (25%), frutas y vegetales (20%), jugos y bebidas (20%), productos del mar (5%) y otros como platos preparados, lácteos, etc. (30%), según cifras de Hiperbaric, líder mundial en tecnología HPP. Incluso, en países como Estados Unidos y Canadá, son las propias autoridades las que aconsejan el uso de las altas presiones en productos cárnicos para reducir los riegos por Listeria.

Uno de los casos de éxito a nivel mundial es la aplicación de HPP en la palta molida o guacamole, el producto más “HPPeado” del mundo.  En condiciones normales, el guacamole se degrada al quinto día, refrigerado a 5° C. Según estudios del sector, con tratamientos de 600 Mpa o 6.000 Bar por 3 minutos, los principales indicadores de deterioro se mantuvieron a niveles aceptables en los siguientes 40 días, con el producto almacenado a 4° C, sin conservantes ni aditivos.

INTA y CeTA firmaron convenio de cooperación científica y técnica

Desde sus respectivos ámbitos de acción en la cadena de la innovación en alimentos saludables, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile y nuestro Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) firmaron un compromiso para acrecentar la cooperación científica y técnica entre ambas instituciones.

Por parte del INTA, firmó su director, Francisco Pérez Bravo; en tanto, Jaime Bellolio Rodríguez suscribió el convenio en representación del directorio de CeTA.

“La unión de CeTA con INTA es tremendamente relevante porque estamos en la misma línea de funcionamiento, contribuyendo a la industria de alimentos desde ámbitos que tienen la oportunidad de generar múltiples interacciones. Tenemos un grupo de científicos que puede aportar mucho a CeTA, y por su parte, CeTA le puede aportar mucho al INTA”, señaló Francisco Pérez, destacando que “con esta alianza, el que gana es el país, que puede obtener grandes beneficios de la unión entre la academia y un centro específico para la tecnología en alimentos”.

Jean Paul Veas, director ejecutivo de CeTA, enfatizó que el acuerdo institucional “significa formalizar la muy buena relación que tenemos con el INTA y que se ha manifestado públicamente en la cooperación en seminarios y otros eventos que hemos realizado. Sin embargo, tenemos la oportunidad de profundizar ese intercambio entre el conocimiento y proyectos desarrollados por el INTA y la tecnología para pilotaje y prototipaje de la que dispone CeTA”.

El convenio de cooperación científica y técnica incluye aspectos como prácticas profesionales, tesis de pregrado y postgrado, disposición de instalaciones y equipos, promoción del desarrollo de capacidades, generación de redes de colaboración e intercambio y promoción de los servicios de análisis de alimentos.