En el panorama global actual, la seguridad alimentaria se ha convertido en un tema crucial. Según la FAO, ésta se fundamenta en cuatro pilares: disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad de los alimentos. Pero en el mundo en 2020 registramos la cifra alarmante de 161 millones de personas subnutridas más que en 2019, lo que hace evidente que las soluciones a esta crisis deben ir de la mano de estrategias innovadoras. En Chile, la innovación científica y tecnológica emerge como una herramienta esencial para enfrentar estos desafíos y convertirlos en oportunidades.
Chile ha adoptado la “Estrategia Nacional de Soberanía para la Seguridad Alimentaria”, promovida por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), para abordar la complejidad de los sistemas alimentarios. Esta estrategia se enfoca en la conservación de recursos naturales y la promoción de entornos alimentarios saludables.
Marisol Figueroa, gerente general de Alimentos y Bebidas de Chile A.G. es una experta en lo que a desafíos de la industria Alimentaria se refiere, liderando desde 2014 AB Chile, con más de 20 años de experiencia en la industria y 16 años en distintos cargos de Chilealimentos. Ella explica que:
“En la actualidad Chile se acerca más a la realidad de países OECD, con un índice del 17,9. Sin embrago, problemas como el cambio climático y la escasez hídrica, tienen un impacto significativo en la seguridad alimentaria, afectando la disponibilidad y calidad de los alimentos, así como aumentando el riesgo de eventos climáticos extremos que puedan interrumpir la producción y el suministro (…) esto nos desafía a buscar soluciones como industria, lo que requiere de un enfoque multidisciplinario y una permanente cooperación con el sector público para implementar políticas, prácticas y tecnologías que promuevan la seguridad alimentaria de manera sostenible y efectiva, y así garantizar que todas las personas accedan a alimentos nutritivos e inocuos”, señala.
La prevención de riesgos alimentarios requiere diversas estrategias adaptadas a la complejidad de la cadena de suministro y los desafíos de la globalización, advierte Figueroa, y frente a ello en Chile se están tomando medidas:
“Algunas de estas medidas incluyen la adopción de normas de calidad reconocidas internacionalmente, lo que ayuda a identificar, evaluar y controlar los riesgos alimentarios en todas las etapas de la cadena de producción. Es así como se han establecido protocolos rigurosos para verificar la calidad y seguridad de los productos, tanto nacionales como importados, a lo que se suma el trabajo que hace cada uno de nuestros socios en el fomento de buenas prácticas y estrictos controles de higiene y manipulación de alimentos. También estamos en constante coordinación con las autoridades reguladoras, lo que asegura el cumplimiento de las normativas y estándares de seguridad alimentaria.”
El aporte de CeTA a la Seguridad Alimentaria
El Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) se destaca en la aplicación de tecnología e investigación para el desarrollo de innovaciones en el ámbito de la Seguridad Alimentaria. Cuenta con procesos avanzados, equipos de alta gama y un equipo de profesionales especializados que permiten crear nuevos alimentos y adecuar los que ya existen para que éstos garanticen seguridad y calidad a los consumidores.
Entre las innovaciones implementadas por CeTA se encuentran:
Daniela Alvarado, Jefa de Desarrollo y Calidad de CeTA, enfatiza en las capacidades con que cuentan los Centros de CeTA en el país y su aporte concreto al aseguramiento de la inocuidad alimentaria, el cumplimiento de la legislación y que al mismo tiempo ello se pueda hacer en menor tiempo y con menores costos:
“En CeTA estamos capacitados para evaluar características fisico químicas y sensoriales asociadas a la inocuidad alimentaria, asegurando que cumplan con la legislación vigente y promoviendo una seguridad alimentaria integral. En cuanto a Innovación y Desarrollo, CeTA cuenta con la capacidad para realizar pruebas e iteraciones en formulaciones o procesos productivos, permitiendo a las empresas modificar, adaptar o diseñar productos con mayor agilidad y a menores costos.”