Esta innovadora propuesta nace desde una convicción profunda. “Siempre creímos que, si queremos luchar verdaderamente contra el cambio climático, las renovables deben estar presentes en todas las industrias, no solo en la generación eléctrica”, explica Andrés Vásquez, fundador de AWA Solar. Desde esa premisa, el equipo desarrolló un sistema de condensación que captura la humedad del aire y la convierte en agua potable, utilizando exclusivamente energía solar. El resultado: una bebida que no extrae ni una gota de fuentes superficiales o subterráneas, reforzando su promesa de sostenibilidad.
La más reciente evolución del proyecto es una bebida funcional con sabor a granada, que además de hidratar, aporta aminoácidos esenciales como leucina, isoleucina y valina, vitamina B12 y magnesio. Esta fórmula está pensada especialmente para personas activas y deportistas que buscan una hidratación saludable y nutritiva. El desarrollo contó con el soporte clave de CeTA, cuyo equipo técnico colaboró en la formulación, validación y pruebas sensoriales del nuevo producto.
“Gracias al trabajo con CeTA, logramos un producto que no solo cumple con su promesa funcional, sino que además es agradable al paladar y coherente con nuestra identidad sustentable”, destaca Vásquez.
Más allá del producto en sí, el valor de AWA Solar radica en su capacidad de escalar una solución innovadora ante una necesidad crítica: el estrés hídrico. “En un país con escasez de agua como Chile, esto es más que innovación: es necesidad convertida en tecnología real”, afirma el emprendedor.
El agua generada por AWA Solar se envasará en latas de aluminio, un formato fácil de reciclar, alineado con su visión de economía circular y producción responsable. Actualmente, el proyecto se encuentra afinando detalles para su lanzamiento comercial en el tercer trimestre de 2025, con planes de expansión nacional e internacional.
Crear tecnología desde cero en Chile no ha sido un camino simple. “Nos enfrentamos a todos los desafíos propios de la innovación local: iteraciones técnicas, falta de proveedores y una curva de aprendizaje constante”, relata Vásquez. Sin embargo, el equipo está convencido de que los obstáculos han fortalecido el carácter del proyecto.
Para quienes buscan innovar en el rubro alimentario, Vásquez ofrece una recomendación directa: “Láncense. No hay camino perfecto. Chile necesita más productos valientes”.
AWA Solar y CeTA demuestran que, con ciencia, visión y colaboración, es posible generar alimentos funcionales sustentables que responden a los desafíos del presente sin comprometer el futuro.